jueves, 24 de abril de 2008

Màs que a su propia vida.

Si dos personas aman al Señor màs que a su propia
vida, y luego se aman mutuamente màs que a su
propia vida, ciertamente gozaràn de esta gran felicidad
trabajando juntos en una armonìa total,
con el programa del Evangelio como estructura bàsica.
(Liahona Junio 1978 pàg. 5)

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