En la vida preterrenal, nuestra obediencia
NO era selectiva; no seleccionàbamos nielegìamos las partes del eterno plan
que obedecerìamos.
En la vida preterrenal nuestra desiciòn
de seguir al Señor era: o todo o nada.
El seguir ese modelo durante nuestra
probaciòn terrenal permitirà que cada uno
de nosotros regrese a nuestro Padre Celestial.
(Liahona Mayo 2007 pag.28)
¡A còmo cuesta esto mihija! ¡Cuesta mucho!... Cuesta lo que vale... Oh sì... Hoy te amo.
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